El surf es uno de los deportes más exigentes de todos y los campamentos de surf se presumen como la excusa perfecta para alcanzar el punto de forma deseado este verano. Además dentro del agua, el calor se hace muy llevadero y más en el Atlántico que en estas fechas adquiera la temperatura ideal para que uno se refresque.

La marea ha bajado y existen pocos puntos en Europa que te puedan garantizar olas para todos los niveles. Uno de ellos es Lanzarote. Esta isla canaria reúne durante todo el año a los amantes del mar en las distintas formas en que existen de hacerlo porque es un lugar apto para el surf, el kitesurf o el windsurf.

A todo el mundo le gusta lucir una buena silueta y una semana de surf camp te garantiza volver a casa en mejor forma y con menos michelines sin hacer dieta. Y es que en una clase de surf se queman más de 400 calorías, que es lo que gasta uno los deportes más completos y aeróbicos. No solo se trata de un ejercicio bueno para el cuerpo sino también para la mente, ya que exige de tanta concentración que te libra del estrés y todo el mundo sale como nuevo del agua. De hecho, existen ya iniciativas para realizar terapias psicosociales a través del surf.

Para los principiantes, lo ideal es realizar una semana de campamento de surf para adquirir las nociones básicas y que el cuerpo vaya asimilando el esfuerzo que supone deslizarse con una tabla. Esa teoría y práctica que se recibe durante dos horas diarias es necesaria para poder volar en solitario. El surf es único porque antes de llegar a la casilla de salida, al momento en que uno se pone de pie con soltura, hay un proceso previo costoso y exigente, cuyo aprendizaje se reduce en caso de tener a tu lado el apoyo profesional adecuado.

Evitarás caer en vicios y siempre tendrás a tu disposición la tabla acorde a tu nivel, lo cual acorta también los gastos frente a los que prefieren alquilar el material.